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🟣 Autonomía, movilidad y expresión. Los objetos y las mujeres
El feminismo se ha forjado a la par de las revoluciones industriales. No en vano que el uso de ciertos objetos sean claves en la emancipación femenina.
Durante décadas las mujeres hemos tenido que labrar nuestros derechos: los de propiedad y acción, los políticos y sexuales, los educativos y económicos. TODOS y cada uno de ellos.
Y seguimos.
El feminismo, desde su primera ola, se ha forjado en paralelo a las revoluciones industriales. Ambos van moldeando nuestro mundo. No en vano que el uso de ciertos objetos ha sido, y sigue siendo, clave en la emancipación femenina.
Pero la relación entre mujeres y objetos ha existido desde que la humanidad empezó a crear.
En contraposición a ideas preconcebidas, investigaciones antropológicas han determinado que en la sociedad prehistórica un tercio de quienes cazaban eran mujeres. Usaban lanzas, arcos y flechas. Eran sus extensiones.
Y es que, sin distinción de género, la esencia de los objetos es potenciar nuestras habilidades o resolver las debilidades.
Con ellos los humanos hemos conquistado espacios, modos de vida, evolución y emancipación.
Es por eso que, desde la perspectiva de género, encontramos objetos que han otorgado autonomía, movilidad y expresión a las mujeres.
Veamos entonces algunas relaciones objetuales.
Autonomía. La aguja y el telar
Por cientos de años, la costura ha sido un medio productivo para las mujeres. Estos objetos milenarios; las agujas de hueso, en sus inicios, los telares de origen precolombino, posiblemente, son fundamentales en una de las industrias más lucrativas: la moda. Esta área ha empleado mucha más mano de obra femenina que otros sectores productivos.
Pero la aguja y el telar siempre se han desenvuelto en entornos domésticos, incluso con su mecanización; no es raro que en las casas de nuestras abuelas hubieran máquinas de coser.
Con la aguja y el telar las mujeres han confeccionado para sí mismas y para otras personas, han podido ejercer un oficio, gestionar sus horarios y en muchos casos generar ingresos.
Producir potencia la autonomía.
De hecho, la producción es muy de nuestros tiempos. Justamente los orígenes del feminismo se dan en Francia a finales del siglo XVIII con la primera revolución industrial. Eso nos enlaza a:
Movilidad. Bicicleta y Bloomers
A finales del siglo XIX la bicicleta se convirtió en un objeto de moda en la alta sociedad europea, por eso unas cuantas mujeres de la burguesía fueron sus early users.
La bicicleta se produjo en masa y se abarataron sus costos, es ahí cuando llega a más personas. Es en ese momento en que las mujeres empiezan a usar la bici logrando recorrer distancias más largas por cuenta propia. Sus cuerpos les pertenecía.
La bici se convertiría en su cómplice de liberación, y sigue manteniéndose esa relación.
Sin embargo, las mujeres usaban prendas ajustadas y poco prácticas, lo que dificultaba el uso de la bici. Fue entonces cuando Amelia Bloomer, sufragista y usuaria de bicicletas, inventó unos pantalones holgados que cubrían las piernas y que permitían a las mujeres montar en bici con comodidad y sin restricciones; los bloomers.
Un escándalo para la época.
Ha sido gracias a la bicicleta y los pantalones tipo bloomers que las mujeres ganaron movilidad por cuenta propia, o sea, libertad.
La emancipación femenina se impulsó sobre dos ruedas. Sobre esta dupla poderosa hemos escrito. 👇
https://lascooltas.com/bicicleta-y-mujeres/
Y así como la bicicleta, la escritura nos puede llevar a cualquier lado, seguimos con:
Expresión. Máquina de Escribir y Computadora Personal.
A finales de los años 60, las mujeres comenzaron a tener un mayor papel en la política y la sociedad, y la máquina de escribir portátil se convirtió en una herramienta clave para la expresión de ideas.
De hecho, años antes, la máquina de escribir permitió acceder a trabajos remunerados en oficina, pero en los tiempos de Woodstock y el mayo francés, las mujeres podían llevar su máquina de escribir a cualquier lugar. Se les veía con su Valentine para escribir panfletos, memorias, poemas que serían la semilla de un bosque de ideas feministas.
Más tarde, la invención de la computadora personal permitió a las mujeres desarrollar habilidades técnicas y artísticas con potencial de crecimiento.
La expresión permite visibilizarnos, la máquina de escribir y la computadora personal son aliadas de la libertad.
La aguja, la bicicleta, la máquina de escribir y aquellos objetos que se asocian a cada uno, son claves en nuestra constante lucha de derechos por la equidad.
Lucha que no termina, de la que todavía hay mucho por hacer para lograr una sociedad más justa y libre.
Si estás buscando generar productos socialmente responsables, que atribuyan o refuercen autonomía, movilidad o expresión a las mujeres, podemos ayudarte con los servicios que tenemos en move, estudio de arquitectura y diseño.
Taina. La Mujer Coolta
Como ella misma se describe, Taina Campos es diseñadora industrial enfocada en el diseño regenerativo, a través de la experimentación material, la innovación social y la investigación del diseño con perspectiva de género.
Una mujer de mundo que ha trabajado y vivido en Río de Janeiro, Londres, París, Oaxaca y México DF, donde reside actualmente.
En 2021 fue seleccionada como uno de los rostros de Mujeres en la Industria Creativa por Coolhuntermx, porque justamente junto a esta plataforma creó Diseña Colectiva, el primer festival de diseño en México con enfoque inclusivo y diverso con la intención de divulgar proyectos promovidos por mujeres, cis, trans y otras disidencias.
Las mejores relaciones mujeres-objetos se dan cuando se diseña con perspectiva de género. Eso hace Taina.
Puedes seguirla en su Instagram o ver la colección de sus diseños en su web: https://www.tainacampos.com/.
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